Septiembre es una locura de compras, adaptaciones y etiquetado de cosas para la vuelta al cole. En casa somos muy de personalizar todo, y cuando nos pidieron un cojín para llevar a clase, lo vimos claro. ¡Había que buscar uno que H identificase enseguida! Y no hay nada que identifique más mi niña que los dibus de su madre…. 😀
La vuelta al cole es dura.. pero si encima es la primera vez que vas, y solo tienes 2 añitos…. ¡pues aún más!!
No está claro si le consuela algo, pero el cojín le encantó y enseguida supo que éramos los 3 y que era algo para ella.
La tela es muy gustosa, como una mezcla entre terciopelo y polar y el acabado de la impresión es fantástico.
La idea ha sido un éxito y ya me han encargado varios. Está claro que hay que arriesgarse con las ideas y probar cosas nuevas. Así que ahí andamos, maquinando nuevos formatos y viendo cómo darles forma.